domingo, 3 de julio de 2011

Crónica del Congo: Capítulo 4

“De cómo una cabra nos alegró la vida”.

El diagnóstico de las distintas enfermedades se hacía a ojo, no a “ojo clínico” como puede haber supuesto el lector, sino a “ojo de buen cubero” ya que no tienen un laboratorio de análisis clínicos y microbiológicos.

Yo sabía montar un laboratorio (había estudiado Medicina Tropical en Amberes, un año antes de comenzar odontología en Bruselas), pero para ello necesitaba un mes y dinero, por el dinero no habría que preocuparse, pues José Antonio lo grababa todo con una cámara profesional y pensaba hacer un reportaje sobre mi trabajo en el Congo, tal que cuando se emitiera la gente se solidarizaría con nuestra causa y conseguiríamos el dinero para el laboratorio, así es que todos colaborábamos con él en la grabación, saliendo y entrando múltiples veces hasta que estaba contento con lo que había grabado, lo cual no era nada fácil, pues era muy exigente.

Así es que les prometimos montarles un laboratorio en un “quítame de allá esas pajas”.

Pero mucho, pero que mucho “ojo clínico” hay que tener para diagnosticar una hipertensión, así es que yo me había llevado un esfingomanómetro.

En la Facultad me habían dicho que la hipertensión arterial era una enfermedad de las sociedades modernas y desarrolladas, una consecuencia del estrés que se vive en la sociedad occidental actual, hasta que llegué al Congo y comprobé que la hipertensión también se da mucho, naturalmente si se hace un estudio estadístico en personas de más de 65 años que padecen hipertensión vamos a encontrar muchísimos más aquí que en el Congo, la razón es que aquellos que tienen hipertensión en el Congo , al no tomar la medicación, han tenido complicaciones y gran mayoría de ellos han muerto.

Me resultaba extraño, que el nivel de estrés aquí en España sea mayor que en el Congo, pues si aquí te estresas por llegar al final de mes allí se estresan por llegar al final del día. También estresa lo suyo ver como tus hijos se mueren por desnutrición o enfermedades acompañantes.

Llevaba bastantes medicamentos y los fui dando a las personas que diagnosticaba con hipertensión, casi al final decidí medir la tensión arterial de Katsongeri y resultó que era hipertenso y no lo sabía, así es que le di la última caja que me quedaba; la anécdota es que después llegó una señora hipertensa, pero ya no tenía ninguna medicación, entonces Katsongeri le dio la mitad de la única caja que había, que era la que yo le había dado para él, lo cual me emocionó.

Una vez que acabamos nuestro trabajo en Kalibo nos despedimos de todos.

En el poblado pigmeo hicieron una fiesta con bailes y cánticos y... sorpresa Katsongueri nos regalo una cabra (es un regalo muy bueno, ya que desprenderse de una cabra les supone un gran sacrificio), yo le regalé mi chaquetón, además dejé en el dispensario material dental por valor de unos 3.000 euros. Colocamos la cabra en el maletero del coche lo más cómodamente que pudimos, un lujo si la comparamos con los humanos que van viajando en lo alto de los camiones o furgonetas.

Cuando llegamos a Butembo, viendo que íbamos a tener grandes dificultades con la cabra para sacarle el pasaporte y traerla a España, la cabra no colaboraba; decidimos comérnosla, y es de esta manera que celebramos el fin del año 2010, el 3 o el 4 del 2011. Hicimos una fiesta en la que invitamos a los miembros de Preppyg, nosotros pusimos la cabra y las cervezas y ellos pusieron la cocina y el trabajo. Preppyg es una organización para la protección y rehabilitación de pigmeos que nosotros hemos legalizado en España y todo el que quiera puede hacerse miembro poniéndose en contacto con José Antonio.

Una vez cumplida esta misión en Kalibo, sin éxito, ya que mi enfermero no aprendió, Buthelezi decidió poner en marcha la segunda misión, que consistía en instalar un servicio de odontología de urgencia en Kambau, una población extensa en la que no existía ningún servicio de esta clase.

La zona a la que teníamos que ir era un un tanto peligrosa ya que se encuentra en plena jungla congoleña y los rebeldes mai-mai están en esa zona (grupo guerrillero que lucha contra el gobierno, pero que a la vez para subsistir, están pluriempleados como asaltantes de caminos).
Nota: el gobierno era el grupo guerrillero que luchaba contra el gobierno, cuando fui la primera vez en 1996.

Vinieron los sarracenos
y nos molieron a palos.
Que Dios ayuda a los malos
cuando son más que los buenos
(Canción popular de la Edad Media)

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